jueves, 24 de mayo de 2007

En el Paraiso...

El verde del paraiso debió ser como el verde de la Sierra Madre Occidental en plena temporada de lluvias: un verde tan verde que sientes que se te va a pegar a la piel. Al menos así es como lo veo cuando me imagino a los primeros padres, aunque trato de no imaginarmelos porque hay que ver las ganas que me dan de colarme por donde no esté mirando el ángel que guarda la puerta y tenderme un ratito a la sombra de un arbusto junto a un arroyo... si el arbusto tiene frutos comestibles, mejor!

¿Será que antes de mandarnos para este mundo nos hayan hecho pasar por un pedacito de ese Edén como si fuera una "casa modelo"? "Y por aquí pueden ver el único arroyo existente com-ple-ta-men-te libre de contaminación, y allá al centro, el árbol del bien y del mal... perdon? no, señorita Citlali, no puede usted ni TOCAR el fruto, ¡¿¡¿qué no escarmientan?!? anda! que su boleto está listo con destino México! jejeje! cuidado que va a ser de madrugada cuando llegue, invierno pa mas información, y usted va muy ligera de equipaje!"

Para quien sea un poco observador, se dará cuenta que esta entrada es la misma que mi respuesta a la entrada del día de ayer al blog del padre Fortea. Pero llevaba lo anterior escrito cuando me entró el remordimiento y dejé de escribir por no torturar más a los que leen el blog del padre y por lo tanto tienen contra quien comparar el estilo de escritura... y vamos, que no creo salir muy bien parada y los que lo lean quizá se aburririan a muerte. Así que me regreso a mi pequeño mundito personal, en estos minutos que tengo para mi.

Mi niña duerme. Es increible lo diferente que se ven los bebés cuando están dormidos. Cuando está despierta, Judith es un torbellino de actividad, carcajadas y ruiditos, y tiene la sonrisa más preciosa y VIVA que he visto jamás. Pero ahora que duerme, sobre su cara tiene un tipo diferente de sonrisa. Es una sonrisita que curva ligeramente sus mejillas redonditas, y sus ojitos están relajados, toda ella está relajada. Es una sonrisa como la de alguien que recuerda algo inmensamente grato o que lo está viendo, y lo disfruta serenamente. Es por eso que pienso que quizá antes de mandarnos a este mundo, que por cierto es fascinante sin importar todos los errores y defectos y malas caras y demás, repito, antes de mandarnos, nos dieron un tour por el paraíso, y esta pequeña bebé que duerme en su cunita aún tiene frescas las imágenes de lo que vio por allá... y por un momento, quiero meterme en su cuna y ver si puedo compartir lo que está soñando.

Padre Fortea, si está leyendo esto, sépase culpable de haber removido los recuerdos (?) y de hacerme sentir tanta nostalgia! Comencé la mañana disfrutando de la vista de mi pueblo desde mi ventana, ahora de la de mi casa, y de pronto, los colores que veo son demasiado pardos, y no hay suficientes árboles... en resumen, no es el paraíso.

Hoy no veo las cosas desde mi lugar en la barra, por la puerta del café. Hoy tampoco hay café, pues no tengo descafeinado en mi casa, pero a mi lado tengo un cántaro y voy a tomarme un vaso de agua clara y fresca. Salud!

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